Confiesa el autor del triple crimen de Chiloeches: «Los maté porque me reconocieron»

La Voz REDACCIÓN

ESPAÑA

Los sospechosos fueron detenidos a las pocas horas del crimen
Los sospechosos fueron detenidos a las pocas horas del crimen Rafael Martín | EUROPAPRESS

El principal investigado por el asesinato de tres miembros de la misma familia en un pueblo de Guadalajara, Fernando P.S., reconoce los hechos: su intención era entrar a robar, pero acabó cosiendo a puñaladas a un matrimonio de 52 años y a su hija mayor, de 22. El hijo menor, Yerai, se salvó de la matanza

19 abr 2024 . Actualizado a las 17:32 h.

El principal investigado por el triple crimen de Chiloeches ha confesado. Fernando P.S. acabó con la vida de tres miembros de la familia Villar Fernández, los padres Ángel y Elvira, de 52 años, y la hija mayor Laura, de 22. 

Los tres aparecieron muertos en su casa el pasado sábado 13 de abril. Habían sido cosidos a puñaladas.

Según avanza el diario El Mundo, Fernando, de 25 años, confesó el crimen tras su detención a las pocas horas del suceso. «Los maté porque me reconocieron», dijo el joven. Se confirma de este modo una de las principales hipótesis de la policía. El ahora autor confeso entró en el chalé de la familia a robar, pero todo se complicó cuando una de las víctimas, Laura, le reconoció.

Los hechos

Todo empezó en la madrugada del 13 de abril. Un incendio en una vivienda de Chiloeches, en Guadalajara, puso en alerta a Emergencias. Lo que nadie esperaba era que el fuego, fuese solo un intento de tapar las huellas de un triple crimen.

Según El Mundo, Fernando P.S, el autor confeso trazó un plan de robo con su amigo David. Entrarían a robar en el chalé de Chiloeches en plena noche. Sabían que en la casa había objetos de valor.

Los jóvenes, con antecedentes delictivos, tenían esta información porque el tío de David, había sido novio de Laura, una de las víctimas.

Fernando y David acuden a la vivienda con el objetivo de robar una colección de relojes de lujo del padre y 5.000 euros en efectivo. Tenían esos detalles porque la hija del matrimonio lo había compartido con ellos tiempo antes.

Fernando entró en la vivienda, un chalé unifamiliar de la urbanización Medina Azahara de Chiloeches, una zona residencial que se encuentra a 15 kilómetros del núcleo de la población, que tiene un perímetro cerrado y seguridad. 

David esperó en el coche y Fernando se adentró en la casa mientras sus habitantes dormían. Lo que no esperaba es que Elvira, la madre, escuchase ruidos y que llamase al 112 para avisar de que había alguien su vivienda. A partir de ese momento se desencadenaron los acontecimientos, y como ha confesado el joven, terminó con la vida de los padres y la hija mayor porque Laura le reconoció. 

Al matrimonio lo mató a puñaladas en su dormitorio. Ángel puso resistencia, pero aún así le dio veinte cuchilladas. A Laura, de 22 años, la mató en las escaleras cuando trataba de huir. 

Lo que no se había confirmado hasta el momento era que en la casa también estaba el hijo menor, Yerai, que se salvó de la matanza. Y es que, en un primer momento, se aseguró que el chico se encontraba fuera de la vivienda, que había sido él quien, al regresar de una noche de marcha, se había encontrado con la escena.

El Mundo afirma que Yerai estaba en la casa, pero que consiguió encerrarse en su habitación y salvarse así de que Fernando le agrediese.

El autor confeso, al no poder alcanzar al joven, salió del chalé y le prendió fuego para así borrar sus huellas. Lo que no esperaba era que Yerai pudiese salir de su cuarto, que se encuentra en la planta baja.

Cuando los bomberos llegaron a la urbanización, se afanaron en apagar el incendio durante hora y media. A pesar de la virulencia de las llamas, se encontraron con que dentro de la casa había tres cadáveres. Eran Ángel y Elvira, de 52 años, y su hija Laura, de 22. Los tres habían sido asesinados.

Las detenciones

Tras la confusión y el impacto del primer momento, las detenciones no tardaron en llegar.

El primero fue David. El compinche de Fernando, que le esperaba al volante del coche de su madre, se asustó al ver las llamas en la casa y huyó dejando allí al autor del triple crimen.

Una cámara de seguridad de la gasolinera del pueblo de El Pozo de Guadalajara, muy cercana a la urbanización, captó el vehículo huyendo a toda prisa del lugar de los hechos. David fue arrestado horas después del triple asesinato y no dudó en delatar a Fernando, que huyó de la vivienda campo a través hasta Pioz, donde se refugió en un hostal.

Allí estaba con su novia, la tercera detenida, que se había registrado con su documentación el día antes. 

En el alojamiento, los agentes del instituto armado encontraron varias de las joyas y otros efectos recién sustraídos del chalé de Chiloeches. Entre esos enseres recuperados había dentro de una maleta de viaje varios relojes de gran valor, además de una gran cantidad de droga. 

 En prisión

Fernando y David pasaban a disposición judicial el miércoles y el juez decretaba su ingreso en prisión. La tercera detenida se encuentra en libertad con cargos. 

Los tres conocían a Laura por haber sido novia del tío de David, que tiene antecedentes por violencia de género. A estas horas, la Guardia Civil no contempla su implicación en el triple crimen o que existe un móvil personal más allá del robo.