La Fiscalía relaciona el alijo del Karar con los detenidos en tierra por las coordenadas que tenían en una nave de Sanxenxo

Javier Romero Doniz
Javier Romero VIGO / LA VOZ

SANXENXO

Todos los acusados, proyectados en la pantalla de la sala de vistas de la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra con el estrado donde se sientan las tres magistradas del tribunal tras el monitor.
Todos los acusados, proyectados en la pantalla de la sala de vistas de la Sección Quinta de la Audiencia de Pontevedra con el estrado donde se sientan las tres magistradas del tribunal tras el monitor. M.MORALEJO

La réplica del fiscal a las cuestiones previas de las defensas expone que la investigación no nace por la información facilitada por la DEA, que considera complementaria, y detalló numerosos indicios policiales para justificar las intervenciones telefónicas y la colocación de balizas y micrófonos a los investigados

19 abr 2024 . Actualizado a las 19:46 h.

Las coordenadas halladas durante el registro de una nave en O Vinquiño, Sanxenxo, coinciden con las coordenadas manuscritas halladas en el puente de mando de remolcador Karar, que transportaba en abril del 2020 los 3.824 kilos de cocaína decomisados (más otros 60 que desaparecieron tras el abordaje) a bordo del barco. Lo explicó este viernes el fiscal, Pablo Varela, durante la tercera jornada del juicio contra la organización atribuida al presunto líder de la organización arrestada, y que usaba esta nave en Sanxenxo para almacenar una embarcaciones y, según el fiscal, manipular lanchas destinadas al narcotráfico. También otras naves en Porto Meloxo, en O Grove, y Tomiño

La prueba que suponen ambas notas manuscritas con coordenadas coincidentes es para la Fiscalía Antidroga la evidencia que relaciona a los detenidos en tierra por este alijo con el barco que transportaba la droga por el Atlántico. «Supone mucha casualidad que dos personas investigas en la misma causa y alejadas a tanta distancia piensen en el mismo sitio [a través de idénticas coordenadas] en la inmensidad del océano Atlántico», añadió el fiscal. 

Pero la réplica del ministerio público a las cuestiones previas expuestas por las defensas el miércoles y ayer fue a más para reiterar su tesis incriminatoria, recogida durante la instrucción y resumida en el escrito de calificación final donde se acusa y piden penas de prisión a los procesados. Varela recordó que existe una tarjeta de teléfono con número de Portugal que se utilizaba únicamente para «controlar la singladura del Karar» desde Galicia. Añadió que ese teléfono se uso en días contados, uno de ellos especial porque uno de los acusados transportó un embarcación a Portugal. La misma tarjeta se uso igualmente para contactar con dos teléfonos satelitales. 

A la Fiscalía Antidroga tampoco le cuadra el fuerte olor a gasolina que había en la misma nave de Sanxenxo donde se hallaron las coordenadas manuscritas, que los detenidos tuvieran en su poder motores fueraborda de 300 caballos de potencia o embarcaciones semirrígidas. La intervención del fiscal implicó también citar numerosos autos judiciales en los que se recogen los indicios que manejaba la investigación del Greco Galicia de la Policía Nacional, y que justificaron la intervención de teléfonos móviles y la colocación de balizas y micrófonos en coches de los investigados. Las defensas piden anular todas esas pruebas precisamente al considerar que no había indicios policiales, solo conjeturas y suposiciones para justificar esas técnicas policiales, de ahí que el fiscal califique las tesis de los abogados de «fuegos artificiales».

 Otra cuestión ampliamente expuesta tiene que ver con el origen de la investigación del Greco Galicia. El fiscal sostiene que nace del trabajo policial en España en el 2019, y no de información facilitada por la agencia antidroga de los EE.UU, la DEA. La Fiscalía pretende también desmontar otro alegato de las defensas, que aseguran que fue la DEA la que fagocitó la investigación, lo que supondría una vulneración de los derechos de los encausados a ojos de los abogados. «Hay dos notas facilitadas por la DEA y no suponen el motor de la investigación», añadió Varela. 

La Fiscalía insistió en reiteradas ocasiones en situar a Juan Carlos Santórum al frente de los detenidos, como cerebro de una trama con la infraestructura necesaria para recoger no solo el alijo del Karar. Varela dedicó tiempo también a demostrar que el funcionario de Vigilancia Aduanera acusado de colaborar con Santórum y blanquear dinero ingresó entre 2018 y 2019 129.000 euros en cajeros de Vilagarcía y Cambados. La tesis del fiscal es que su sueldo de funcionario de Vigilancia Aduanera no es acorde con esos ingresos, y que se suman a otros gastos regulares como la hipoteca de una chalé y un coche de alta gama. 

La vista se retomará el lunes tras no haberse aceptado las peticiones de los abogados para suspender la causa por la ausencia del principal testigo de la Fiscalía Antidroga, el inspector jefe de la Policía Nacional que fue instructor policial de este caso y detenido en marzo acusado de tráfico de drogas. El funcionario notificó esta semana que no puede declarar porque está de baja médica y, a mayores, se sometió el lunes a operación. Está por ver si esta ausencia varía el orden previsto de declaraciones de testigos y procesados.

La abogada de Santórum dice que los tripulantes del Karar ya tienen un ofrecimiento de la Fiscalía 

Carmen Ventoso, letrada del principal acusado, Juan Carlos Santórum, declaró este viernes durante un receso de la vista que los tripulantes extranjeros del Karar y la Fiscalía tendrían ya un acuerdo: «Entiendo que el fiscal, viendo que el procedimiento está un poquitín o mucho cojo, y con todas las circunstancias que se dan ahora, respeto también al al primero de los testigos que tenía, ha forzado la manera de cerrar la operación ofreciendo la posibilidad de que a la tripulación del buque, a cambio de un acuerdo, le reconozca algo con lo que pueda acusar. Entiendo, según lo que se está diciendo por lo menos, que tienen que señalar y decir que ellos llevaban determinadas coordenadas en el barco. Eso demuestra, desde mi punto de vista y con todo el respeto, que no tiene para tener que acudir ahora a la tripulación del Karar, que ni siquiera se está enterando de lo que ocurre en el juicio porque nadie se lo está traduciendo y están aquí como convidados de piedra».