El tenista balear jugaba este viernes el que podría haber sido su último partido en España. Al terminar el encuentro, el público le brindó un espontáneo aplauso de más de cuatro minutos
01 may 2024 . Actualizado a las 16:44 h.Un revés que se marchó fuera, al pasillo de dobles, fue el último golpe en la pista Manolo Santana de la Caja Mágica de Rafael Nadal, superado por el checo Jiri Lehecka, un firme representante del tenis que viene, en el último encuentro en el Masters 1000 de Madrid del ganador de veintidós Grand Slam que enfila el adiós de su inigualable carrera.
Un 7-5 y 6-4 en dos horas y un minuto fue el resumen del último partido del balear, en los octavos de final del torneo que hizo suyo cinco veces.
A partir de ese momento, emoción. Emoción en la pista por parte del tenista, pero también de su familia que, como siempre, seguía sus hazañas sobre tierra batida desde la grada.
Si las lágrimas han sido de alegría en tantas ocasiones, ahora lo son por el adiós de un mito del tenis, en este caso en Madrid. Este viernes jugaba por última vez el Mutua y, tras su eliminación, la grada se mantuvo aplaudiéndole durante más de cuatro minutos. No tuvo que esperar a homenajes planificados. El público se levantó de forma espontánea dedicándole su cariño al tenista.
Fue en ese momento, cuando su familia no pudo contener las lágrimas. Maribel Nadal, su hermana, y Mery Perelló, su esposa, se fundieron en un emocionante abrazo.
Pañuelo en mano, también se pudo ver a Ana María Parera, la madre del tenista, con gesto de orgullo por los logros de su hijo, pero también con problemas para contener la emoción.
Mientras, sobre la pista, se desplegaban cinco enormes lonas, cada una con una foto de Rafa Nadal levantando el trofeo del Mutua Madrid Open, del que es pentacampeón.
«Contento. Han sido unos días muy especiales para mí. He tenido la oportunidad de volver a jugar aquí, en una pista que me ha dado tanto a nivel emocional y profesional. Hace pocas semanas no sabía si podría volver a competir en un partido oficial. He podido jugar dos semanas. Ha sido inolvidable. Ha sido un viaje increíble. Vine por primera vez en el 2003. La primera vez que llegué siendo competitivo en el 2005 fue una de las victorias más emocionantes de mi carrera», dijo Rafa Nadal en la pista mientras sonaba la banda sonora de Gladiator.